Amores extraños
Los aleros, las cornisas,
los salientes,
los andamios
todos los bordes
de la vida,
los precipicios más cortantes
eran mi lecho
preferido.
Me gustaba entregarme
en medio del
vértigo.
Era un amor
extraño,
muy osado y peregrino.
Lo confieso,
me gustaban los
placeres con aristas.
©Pilar fernández bravo
¡A mí también! Saludos.
ResponderEliminarEstupendo.
ResponderEliminarSaludos.
Conjugas el verbo amar,
ResponderEliminarCon maestria, en silencio,
Le das, porque puedes dar,
Alegría y sentimiento!
Un beso
Federico
Me encanta que lo veas así. Mientras podamos darle ese sentimiento del que hablas, el amor se dejará conjugar.
EliminarGracias.
Un abrazo