Esperaba demasiado de la vida
como las patas sostener a la mesa
o el nido cobijar al pájaro.
Anhelaba convertirse en aire y agua y sal,
escuchar su nombre en cualquier latitud
con el prestigio de los tipos
importantes.
Deseaba existir más allá de los muros de su
mente
de las risas de su madre, de las
caricias
de la tía Catalina en el banco del
parque.
Quería parecer el centro de gravedad
como astronauta en el espacio.
Pretendía ser el protagonista de
su propia vida,
pero algo salió mal.
Afuera, la nieve lo cubría todo
y él no era más que un punto
insignificante y perdido
en medio del frío
para el que no tenía defensa alguna.
©Pilar
Fernández Bravo
no se si me da pena o si fué lo mejor para él. muy bonita!! como siempre. julipan
ResponderEliminarYo creo que es el prototipo del hombre corriente, más hoy...
EliminarGracias, como siempre.
Un beso.
Très jolie...! :)
ResponderEliminarMerci, ma fille.
EliminarBisous