sábado, 8 de marzo de 2025

Elena Garro: una figura fascinante y esencial de la literatura mexicana y universal. CRISTALES DE TIEMPO, un libro necesario.

Os recomiendo este maravilloso libro

  • Dice Patricia de Souza sobre Elena Garro: 

«Si Isabel se convierte en piedra en Los recuerdos del porvenir es porque mirar la historia de frente: nombrar todas las contradicciones, los sinsentidos, el absurdo de la violencia, sin caer en la falsificación del desarraigo, fue la apuesta de Elena Garrro. Ella tenía que mirar de frente, aunque hayan intentado convertirla en una estatua de sal».

  • Jorge Luis Borges dijo de ella:  

«Elena Garro es la Tolstói de México».

Para conocer a Elena Garro hay que leerla. 

En el día de la mujer, que celebramos cada año el 8 de marzo, siempre pienso en alguna que merezca ser recordada por luchar a contracorriente con la sociedad que le tocó vivir. Una de esas mujeres es la mexicana Elena Garro, (Elena Delfina Garro Navarro). 

Estoy devorando el libro CRISTALES DE TIEMPO, poemas de Elena Garro. Edición, estudio preliminar y notas de Patricia Rosas Lopátegui.  Editorial La Moderna, Galisteo (Cáceres, España), que va ya por la segunda edición aumentada. 

La obra de Elena Garro, a la que se suma ahora su poesía, la coloca a la altura de voces como las de sor Juana Inés de la Cruz o Rosario Castellanos.

La poesía era muy importante para ella pero nunca pudo publicarla, ni siquiera podía decir en voz alta que la escribía. Siempre a la sombra del que fue su marido, o mejor dicho su carcelero, Octavio Paz

De sus cuentos ha dicho Elena Poniatowska que saben distinto al resto de la literatura. 


Me encanta su poesía, siempre actual. Imprescindible.

Para comprobarlo, os dejo un poema que me gusta mucho: 

A mi sustituta en el tiempo. 


Página 125


Patricia Rosas Lopátegui, biógrafa de Elena Garro y una de las mayores expertas en su obra, compone en estos Cristales de tiempo una suerte de diario o cara B de la vida de la escritora a partir de los poemas que sobrevivieron a la persecución y al exilio.


Os recomiendo este libro. 

Un tesoro al que volver una y otra vez. 



Allá resides tú,

donde reside la memoria.

                                    (Final del poema El Extranjero, Elena Garro. París 1951)