“Sin consideración, sin piedad, sin recato
grandes y altas murallas en torno mío construyeron”.
(Cavafis)
Ya sé que has venido para oír mis palabras
pero hoy, YO soy un silente:
no pasa nada digno de recordar
nadie dice algo interesante,
hay una calma
aparente y
me siento vacío
como las ramas
en invierno.
Hoy más que nunca
bebo de las
aguas del Leteo
y compruebo por
mí mismo
por qué lo
llaman el río del olvido.
Si te vas, no
seré yo quien te detenga
y el
silencio será como un cuchillo.
Pero hoy
solo puedo ser
un hombre SOLO.
©Pilar Fernández Bravo
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