Como voz que se silencia
La
tarde es un puzle de cinco piezas,
la
antesala de la espera,
el
arpegio de la muerte.
La
tarde se hace hoja de otoño cada día
y
cada día es un esbozo,
un
ensayo, un plano inacabado.
La
tarde es reincidente de rojos y naranjas,
de
luces que amortecen,
de
voces silenciadas.
La
tarde se convierte en noche cada día,
pero
ella no lo sabe.
©Pilar Fernández Bravo
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