El tiempo es como la hiedra
que cubre los muros y las puertas.
Si me miras se detiene
y si te marchas deja de existir.
No ocurre lo mismo con los ríos
el tiempo en ellos es corriente...
gota, esencia, aire;
pero en tu cara el tiempo es un acento,
un ojo dibujado en el espejo.
Una presencia.
Si te vas, volarán las aves y sus trinos
y en el cielo solo quedarán nubes.
El tiempo será un puñal
alojado en mi costado
y no habrá reloj que lo detenga.
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