Hoy quiero presentaros a la escritora malagueña Dela Uvedoble (que así prefiere llamarse en el mundo de la escritura, aunque su nombre es Mª de la Concepción Valero Villalba) y a su cuento “ACOMPASADOS”. Cuento incluido en la Antología “Labios rojos, chocolate y una rosa”, que recoge treinta historias alrededor de dos personajes. Antología que también recoge un relato de mi autoría.
El libro verá la luz este próximo 29 de noviembre, auspiciada por la Premio Nacional de las Letras, Rosa Montero, y bajo la dirección de la mexicana Maru San Martín, escritora y gerente cultural.
Dela gestiona un blog personal: https://www.elblogdedela.com y colabora con la revista
" El observador", de Málaga, donde publica todas las semanas dos cuentos.
Hoy, 4 de noviembre, es el día de la UNESCO. Puede que el personaje principal de Acompasados no sepa cuáles son los objetivos de esta organización, pero lo cierto es que colabora protegiendo los derechos y la dignidad de su inquilina. Esta, a su vez, le corresponde con una inmensa gratitud, que tendréis que descubrir vosotros con la lectura del maravilloso cuento de Dela.
ACOMPASADOS (un pequeño aperitivo del cuento de Dela, que no os debéis perder)
" […] Por desesperación o aturdimiento subió al ático sin pensar.
No se atrevió a pulsar el timbre, tocó con los nudillos. Repitió incontables veces, como una espía que diera la clave y esperara respuesta, hasta que se abrió, quedando enfrentados un hombre vestido de lino arrugado y una mujer con media cara emborronada de carmín.
—Soy su inquilina de abajo. Y no le puedo pagar […]
El hombre la percibió como a otra paria de la vida, pero sin un céntimo... ¡qué ilusos los que dicen que el “money” es prescindible!
Tal vez fuera influido por su aspecto de payasa triste, pero la sorprendió pronunciando estas palabras: […] "
Dela tuvo clara la respuesta cuando le pregunté cómo surgió este cuento y por qué los personajes no tienen nombre:
“Pues me puse y salió, la mayoría de las veces me pasa así, aunque después le haga correcciones, claro está. Simplemente seguí las descripciones. No les puse nombre, es cierto y, además, tampoco se lo dijeron el uno al otro; tal vez, de forma inconsciente, para reflejar este mundo inhóspito en el que el ser diferente o “pobre” te hace, además, invisible.”
Estoy de acuerdo con ella, no tienen nombres quizá porque representan a un gran número de personas que nunca son nombradas… En este caso, Dela nos muestra el encuentro de dos personas que son muy especiales. Personas que pueden ser diferentes entre sí, pero que tienen mucho que ver la una con la otra. Dos soledades que pueden alcanzar lo más parecido a la felicidad...
Podemos leer en el blog de Dela: “Escribo a jirones lo que pasa por mi mente, entre ollas que bullen y lavadoras por tender, por placer únicamente que es lo bueno. Medio siglo gestando letras y ahora salen en embarazos múltiples.”
Y es que, como ella misma dice, llegó al mundo cuando estrenaron Mary Poppins, el mismo año que nació Mafalda y algo tiene de las dos.
Un placer, Dela.
