No
hay secretos en tu pelo
solo un gorro efímero
donde se oculta el miedo.
No
hay secretos en tu pelo,
solo
laberintos,
dolores
herméticos y solitarios
que
hablan con puñales escondidos.
No
hay secretos en tu pelo
sino fármacos que no curan
y un olor a guerra quemada
donde
solo habrá vencidos.
Y
a pesar de todo...
en tus ojos juegan ríos
de
corriente inalterable,
que
vierten afluentes en tu boca
por
donde fluye, transparente, una sonrisa.
Y
en tus manos resurgen flores
que
nunca el tiempo marchitará.
©Pilar Fernández Bravo