hay un signo de derrota en la mirada
de torres caídas y muros infranqueables
de gentes paradas en las esquinas
que no cree en el destino
y hay guerras ocultas, inacabadas
que vuelven a los cafés, a los parques
al trabajo y la rutina
y llenan de lodo los charcos
que un día fueron transparentes
©Pilar
Fernández Bravo