Hoy os traigo un microrrelato que ha sido seleccionado y publicado en el libro de microrrelatos R.I.P (1895-2015).
Un problema de peso
Desperté
a mi vecina. Debía de estar profundamente dormida porque hasta el quinto
timbrazo no abrió la puerta. Le señalé el gentío congregado a mi espalda, a
través de la ventana, y le expliqué que en medio de nuestra calle había una ballena.
Ella me miró con los ojos medio cerrados y me dijo: “Como no tenemos que sacar
el coche del garaje —era domingo—, no veo dónde está el problema”. Acto seguido se encogió de hombros y
me cerró la puerta en la cara, como si encontrarse un cetáceo de sesenta mil
kilos encallado frente a la puerta, en pleno Madrid, fuera cosa de todos los
días.
Volví
a casa y descorrí las cortinas. La calle estaba repleta de periodistas y
cámaras de televisión. El pobre animal sobrevivía a duras penas.
De
no haber sido por el agua que algunos vecinos acarrearon durante horas, la
ballena habría muerto.
Al
día siguiente la noticia llenó las primeras páginas de todos los periódicos.
Hablaban de la solidaridad de la gente, de la especie a la que pertenecía la
ballena… Pero nadie se preguntaba cómo había llegado hasta mi puerta.
©Pilar
Fernández Bravo
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