Poesía

Letanía

(Para ti, mujer que sufres. Tu vida es tuya)

Manos palo, manos puñal,

manos cerebro, manos desbocadas.

Manos sangre, manos miedo,

manos suplicantes, manos descubiertas.

Le miras, te desaira;

le alabas, te desprecia;

le suplicas, te golpea;

 pero tú sigues de pie,

como un retablo.

Mujer culpable, mujer vacía,

mujer marcada, mujer sin nombre.

Tu vida es una noche larga, noche odio,

noche fango y sin mañana.

Dime:

¿Cuándo, caliente sobre su corazón,

vendrá la primavera

y comenzará el deshielo?,

 porque «nunca» es mucho tiempo.

 Toma las riendas y arma tu nombre

y él…

que se busque otra mujer piedra.

©Pilar Fernández Bravo