martes, 31 de mayo de 2016

Bel Air (París, 23-aôut-2012)










Ella vive en Bel Air,
en la brevedad de un suspiro.
Acaba de llegar y aunque aún no lo sepa
también París se convertirá en rutina.

El día comienza,
no siempre hay cruasán ni pan fresco.
Un sofá de día, cama de noche.
Lecturas y trabajo en silencio,
algún monosílabo
hasta conocer mejor el idioma.

El olor de los guisos
vuela a través de las ventanas
dejando en el aire jirones de hogar,
y una mesa con cicatrices de tinta
aguanta el caos ordenado de papeles
donde guarda un resumen de su vida.
Ella recuerda que una vez vio cigüeñas
 levantar sus nidos en las torres
y vagar por la dehesa,
lejos de Bel Air.
Ahora vive pendiente de un reloj
para llegar a las citas de trabajo
y perderse en el amasijo de metros
bajo la ciudad de la luz.

2 Place Paul Vaillant Couturier
 Issy les Moulineaux
metro Corentin celton
sostiene una carpeta verde
donde custodia documentos
de la primera entrevista
de buscadora de empleo.
Conserva la autoestima,
el esfuerzo
y alguna sonrisa
 junto a los demás documentos.
Café rápido, que sea solo
 para calmar nervios…
Bd Jean Jaures Bar Chérie
compostura de modelo
coleta mejor que pelo suelto
pocas alhajitas y aire natural
aunque fingido.

Cuando salga del bureau
la tarde habrá expirado entre las piedras
y un ir y venir cargado de cultos
y negras siluetas
compondrá el paisaje de vuelta
a un estudio alquilado
en el último piso de la Villa du Bel Air.
Acaso, ella ya no sea la misma
y por muchos años que pasen
nunca olvidará
la soledad del primer día.

©Pilar Fernández Bravo