martes, 30 de diciembre de 2014

UN RECUERDO PARA JUAN BALLESTER

Nació el mismo día que Greta Garbo cumplía  cincuenta y cinco años, aunque no se parecía en nada a ella. Su infancia fue corriente, como el agua. Aún no había sentado cabeza cuando alguien tiró piedras sobre su tejado, dejando su cuerpo a la intemperie, en el inmenso océano de la existencia y perdido en los sueños opacos de una medusa…
A los diecisiete años escribía su primer poema y desde entonces los poemas serían trozos de su vida, sus hijos de papel, lo único que le quedaría en su viaje a la otra orilla del lago. Se consideraba aprendiz de poeta y aunque se ha ido no le han echado del jardincillo de las Musas, sigue en él y, a pesar de que ya se encuentre en la otra orilla del lago, permanece con nosotros.
En el perfil de piedras contra mi tejado (su blog), Juan Ballester, un caballero que nos dejó hace ya seis meses, tiene una ficha policial y un pliego de descargo (así era él), que todos podemos leer porque el blog sigue ahí, como una huella del poeta. Me permití barajar sus palabras, las palabras de Juan Ballester Palazón, y jugar esta partida en su recuerdo.

©Pilar Fernández Bravo

ALGUNOS POEMAS DEL POETA JUAN BALLESTER:

El poema del 15 de agosto, es el último poema que publicó en su blog, el día 23 de mayo de 2014.

Poema del 15 de agosto
No tenía esperanza de encontrarte
entre mi soledad,
pero sentí tus labios
esbozando un asomo de sonrisa,
y descubrí tus ojos en los míos
y en mi interior sonaron
una tras otra, todas las alarmas.

No esperaba encontrarte
con las manos tan llenas de ternura,
hablándome en silencio,
clavándote en mi piel como una astilla,
dibujando en mi alma
sueños que ni siquiera podía imaginar.

No esperaba encontrarte, y sin embargo
llegaste simplemente vestida de persona
sin música, sin fuegos,
tímida como el vuelo de una hoja,
como la luz que empapa el calendario.

No esperaba, de pronto,
llenar mis pensamientos con los pétalos
suaves de tus palabras.

Piedra contra el tejado
 Tengo miedo al silencio
que se adhiere a mis huesos esta tarde
y llena cada palmo de mi piel
mientras absurdamente pasa el tiempo
añorándote en vano.

Entre cuatro paredes
de un hotel cuyo nombre
quedará para siempre grabado en mi memoria
siento que las palabras sólo pueden
ser fragmentos, partículas
de un alma generosa y un corazón sensible
que, acaso, piensa en mí.

Y afuera, en cada calle,
hay un verso esperando a que pases de nuevo,
hay un pájaro herido que imitará mi ausencia,
hay un árbol callado buscando tu sonrisa.

Y siento que mis dedos son relojes,
y mis manos sarmientos retorcidos
y este papel absurdo en donde escribo
es un trozo de piedra que algún día
lanzaré a mi tejado.

PALABRAS
 Fui perdiendo palabras por la vida:
unas en la contienda con mi propio silencio,
otras en las regiones del sueño y la mentira,
otras entre los pliegues del bolsillo.
Fui perdiendo palabras
que pude haberlas dicho y no las dije,
que debí haber escrito y tuve miedo,
que me empeñé en guardar inútilmente.
Fui perdiendo palabras, fui perdiendo
un reguero de arena,
un invisible hilo de letras engarzadas,
un camino de polvo de palabras.
Palabras que he perdido,
que se ha llevado el viento,
que ni siquiera tienen el consuelo
de haberme conocido.

 En el blog A verso limpio, de Khala (Ana Álvarez), podemos leer el precioso poema Yo te puedo querer. Y como dice ella: 
"Adiós, caballero poeta, sigues vivo en nuestros corazones".


FELIZ NAVIDAD Y MUCHA SUERTE PARA EL 2015, CON MIS MEJORES DESEOS PARA TODOS