Ahora que te escondes
en las fotos,
desprovisto de gestos y derrotas,
donde no hay cuentos de madrastras
ni padre ausente o madre muerta.
Ahora que todo es
germen en tus manos,
en la vida de la alfombra,
en el semblante de la luz.
En el encuadre
Ahora que haces magia
aunque solo vives en un nombre,
y tu sonrisa tiene la proporción exacta
de matices y textura.
Ahora, desde la mesita
del recibidor,
con clamor callado,
me miras cada mañana
como si el mundo no
existiera.
©Pilar Fernández Bravo
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